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agua pura de modal kilden

La geología de Fyresdal – Un filtro perfecto de agua pura

¿Qué hace de Nordic Life algo único? Hemos preguntado a todo tipo de personas, en diferentes lugares y las respuestas resultan verdaderamente interesantes. Unos hablan de agua pura, algo que indudablemente se aprecia desde el primer sorbo, también de su sensación neutra y agradable, otros mencionan la elegancia y sencillez de su botella, un aspecto que llama poderosamente la atención de aquellos que la tienen en sus manos durante unos minutos, sin embargo lo que realmente hace que todo esto sea posible es el origen del agua en sí, la cuna natural de la que emana su gran secreto.

La riqueza natural hallada en las profundidades del valle de Fyresdal convierten la zona en una mina de oro en cuanto a propiedades se refiere. Antes de salir a la superficie, el agua natural que contienen las botellas de Nordic Life se ha filtrado y purificado previamente a través de las rocas, obteniendo esas características que la hacen tan especial.

Las montañas que rodean el manantial aportan una mezcla de sedimentos resultantes de un viaje que dura varios millones de años, periodo en el cual el agua ha ido buscando la superficie de manera singular. Cada metro que ha recorrido ha dejado atrás impurezas, filtrando de manera excepcional su composición y dando como resultado un producto puro en esencia.

Las rocas no solo impiden el paso de impurezas, sino que dotan al agua pura de los minerales necesarios, una cantidad mínima pero suficiente como para convertirla en un elemento neutral que permite combinar su consumo con los mejores vinos, cócteles y alimentos sensibles a sabores complementarios. Nordic Life no resta sabor a sus compañeros de mesa, sino mantiene su papel neutro, permitiendo sacar el mejor partido de esos productos que deleitan nuestro paladar en las ocasione más especiales.

Cuando abres una botella de Nordic Life, no importa si estás al otro lado del mundo en una paradisiaca playa de Oceanía o en lo alto de una montaña en Canadá, su sabor es perfectamente reconocible. Un inconfundible sabor fruto de esas montañas, esas rocas y en definitiva de ese viaje privilegiado por la geología de Fyresdal. Un enclave único en el mundo.

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